La OCE respalda el paro del Magisterio
Durante los últimos veinte años, los diferentes gobiernos que ha tenido el país, incluido el actual de Juan Manuel Santos, han avanzado en el desmonte del sistema público de educación. En el marco de estas políticas se presentó el intento de permitir el ánimo de lucro en la educación superior para mercantilizar por completo este sector, no obstante, este intento fue derrotado por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil mediante la movilización civil y democrática.
La educación básica y media, así como la educación superior, también sufre las graves consecuencias de la privatización, como la falta de calidad, la restricción a la autonomía escolar y la disminución de los derechos laborales de los profesores. Todas las anteriores, derivadas de la asimilación total de las ordenes de organismos internacionales, como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En este sentido, el Magisterio colombiano se ha visto afectado desde hace años por una serie de medidas que han menoscabado sus garantías laborales por las que tanto lucharon. Por ejemplo, el estatuto docente creado mediante el decreto 1278 de 2002, que ataca la permanencia de los profesores como empleados públicos por medio de la evaluación, limita la posibilidad de ascenso en el escalafón docente y excluye a los nuevos maestros de las garantías que gozaban con el estatuto anterior. Otras problemáticas como los bajos salarios, la sobrecarga laboral y la contratación tercerizada exacerbaron los ánimos de los profesores.
Este conjunto de problemáticas llevó a los profesores a presentar un Pliego de Peticiones, el cual recoge en lo fundamental la defensa de la educación pública de calidad, administrada y financiada por el Estado, y las reivindicaciones más sentidas de los educadores. Hasta el momento el pliego presentado no ha tenido una solución efectiva por parte del Gobierno Nacional y el Ministerio de Educación, por demás, ha tenido un proceso de negociación lento y tortuoso. Por tal motivo, los profesores se vieron en la obligación de convocar a un Paro Nacional Indefinido.
Al igual que los maestros, los estudiantes también padecemos las consecuencias de este modelo educativo, como lo es la improvisada Jornada Única Escolar, la falta de recursos adecuados para alimentación, transporte, dotación, infraestructura, material didáctico, el hacinamiento en las aulas, entre otras.
Hacemos un llamado a los estudiantes de secundaria a acompañar este justo paro de los educadores colombianos y a que se vinculen a la defensa permanente de una educación pública, de calidad y al servicio del desarrollo nacional.
¡Viva el Paro Nacional Indefinido del Magisterio!
Abril 2015
