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Verdades y mentiras de la consulta para Rector en la Uniatlántico.

  • Javier Joel Mendoza Blanco
  • 3 ene 2015
  • 12 Min. de lectura

Democracia no es solo votar en las elecciones, democracia es en esencia participación para que el pueblo, en este caso, la comunidad universitaria sea quien gobierne.




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En las intervenciones que hacen los actuales candidatos a rector no se observan muchas diferencias, todos dicen ser: “Defensores de la educación pública”, pero no se manifiestan en concreto contra las políticas que rigen el sistema de educación superior en la actualidad, ni se escucha el respaldo al proyecto de ley construido en consenso por los estudiantes organizados en la MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil) a lo largo y ancho del país.

Tampoco se hace mención alguna a lo inconveniente que resulta el Plan Nacional de Desarrollo propuesto por el gobierno de Juan Manuel Santos y aprobado por el Congreso de la República en lo atinente a la Educación Pública, mucho menos a los TLCs suscritos por Colombia que mercantilizan la educación convirtiéndola en un servicio más, cambiando de este modo su concepción de derecho.

La Universidad se quedó corta en la organización de un debate entre quienes aspiran a ocupar el cargo de Rector en la Uniatlántico, debe pensarse en cómo llevar la sana discusión a los más de 20 mil estudiantes del campus, para que la mayoría participe de tan importante consulta, debemos aclarar que la actual ley de educación superior no permite la elección directa de rector, lo que plantea es una consulta a profesores y estudiantes para postular un candidato a rector, quien elige de verdad es el Consejo Superior, nada más anti-democrático, las mayorías sometidas a las minorías… Y, ¿qué han dicho los candidatos sobre esto? O sobre el mal llamado programa “ser pilo paga”, qué opinan sobre los créditos del icetex, que endeudan a los estudiantes y a sus familias, en vez de ser beneficiarios de becas. Absolutamente nada, es un silencio que raya en la complicidad.


Los estudiantes queremos un Rector que rechace la política denominada “Acuerdo por lo Superior 2034”, que cambie el “Plan Estratégico 2010 – 2019” que impuso la no gratamente recordada Ana Sofía Mesa de Cuervo, los estudiantes trabajamos y soñamos con una universidad que tenga un verdadero Bienestar, profesores de tiempo completo, apoyo institucional a la investigación, recreación, cultura y deporte.

En definitiva queremos un Rector que tenga la claridad suficiente como para exigirle al gobierno Nacional la financiación adecuada al Sistema de Educación Superior y con capacidad para plantear debates serios, coherentes y profundos cuando desde instancias gubernamentales se sugiera la disminución del presupuesto en asuntos educativos, un Rector digno, sin miedo y con el carácter requerido, para enfrentar todas las recetas neo-liberales y construir una mejor universidad.

El ánimo de lucro es un elemento dañino que no estamos dispuestos a soportar en el ámbito educativo, el problema no es solo teórico sino práctico, llevamos décadas transitando por el camino que nos conduce al desastre, es hora de cambiar y la ley 30 de 1992 debe ser cambiada por una ley que en verdad piense en el bienestar de los Colombianos, incluyéndonos por supuesto a nosotros los del Norte del país.

Si ningún candidato adquiere el compromiso de defender cada uno de estos puntos mencionados, lamentablemente debemos convocar tanto a las representaciones estudiantiles, como a la comunidad universitaria en pleno a rechazar sus candidaturas, votando en blanco o con la abstención consciente. Porque no nos debe importar solo la forma sino el fondo de los problemas de la universidad, no basta parecer democrático y buen administrador hay que serlo con hechos demostrables, no nos conformamos con el refrán de mejor malo conocido que bueno por conocer, no habrá descanso hasta que los mejores sean lo que conduzcan el destino de la Uniatlántico.

La OCE está dispuesta a apoyar a un candidato que sea capaz de levantar las banderas del movimiento estudiantil y defenderlas con valor.

Democracia no es solo votar en las elecciones, democracia es en esencia participación para que el pueblo, en este caso, la comunidad universitaria sea quien gobierne.

En las intervenciones que hacen los actuales candidatos a rector no se observan muchas diferencias, todos dicen ser: “Defensores de la educación pública”, pero no se manifiestan en concreto contra las políticas que rigen el sistema de educación superior en la actualidad, ni se escucha el respaldo al proyecto de ley construido en consenso por los estudiantes organizados en la MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil) a lo largo y ancho del país.

Tampoco se hace mención alguna a lo inconveniente que resulta el Plan Nacional de Desarrollo propuesto por el gobierno de Juan Manuel Santos y aprobado por el Congreso de la República en lo atinente a la Educación Pública, mucho menos a los TLC’s suscritos por Colombia que mercantilizan la educación convirtiéndola en un servicio más, cambiando de este modo su concepción de derecho.

La Universidad se quedó corta en la organización de un debate entre quienes aspiran a ocupar el cargo de Rector en la Uniatlántico, debe pensarse en cómo llevar la sana discusión a los más de 20 mil estudiantes del campus, para que la mayoría participe de tan importante consulta, debemos aclarar que la actual ley de educación superior no permite la elección directa de rector, lo que plantea es una consulta a profesores y estudiantes para postular un candidato a rector, quien elige de verdad es el Consejo Superior, nada más antidemocrático, las mayorías sometidas a las minorías… Y, ¿qué han dicho los candidatos sobre esto? O sobre el mal llamado programa “ser pilo paga”, qué opinan sobre los créditos del icetex, que endeudan a los estudiantes y a sus familias, en vez de ser beneficiarios de becas. Absolutamente nada, es un silencio que raya en la complicidad.

Los estudiantes queremos un Rector que rechace la política denominada “Acuerdo por lo Superior 2034”, que cambie el “Plan Estratégico 2010 – 2019” que impuso la no gratamente recordada Ana Sofía Mesa de Cuervo, los estudiantes trabajamos y soñamos con una universidad que tenga un verdadero Bienestar, profesores de tiempo completo, apoyo institucional a la investigación, recreación, cultura y deporte.

En definitiva queremos un Rector que tenga la claridad suficiente como para exigirle al gobierno Nacional la financiación adecuada al Sistema de Educación Superior y con capacidad para plantear debates serios, coherentes y profundos cuando desde instancias gubernamentales se sugiera la disminución del presupuesto en asuntos educativos, un Rector digno, sin miedo y con el carácter requerido, para enfrentar todas las recetas neoliberales y construir una mejor universidad.

El ánimo de lucro es un elemento dañino que no estamos dispuestos a soportar en el ámbito educativo, el problema no es solo teórico sino práctico, llevamos décadas transitando por el camino que nos conduce al desastre, es hora de cambiar y la ley 30 de 1992 debe ser cambiada por una ley que en verdad piense en el bienestar de los Colombianos, incluyéndonos por supuesto a nosotros los del Norte del país.

Si ningún candidato adquiere el compromiso de defender cada uno de estos puntos mencionados, lamentablemente debemos convocar tanto a las representaciones estudiantiles, como a la comunidad universitaria en pleno a rechazar sus candidaturas, votando en blanco o con la abstención consciente. Porque no nos debe importar solo la forma sino el fondo de los problemas de la universidad, no basta parecer democrático y buen administrador hay que serlo con hechos demostrables, no nos conformamos con el refrán de mejor malo conocido que bueno por conocer, no habrá descanso hasta que los mejores sean lo que conduzcan el destino de la Uniatlántico.

La OCE está dispuesta a apoyar a un candidato que sea capaz de levantar las banderas del movimiento estudiantil y defenderlas con valor.

Democracia no es solo votar en las elecciones, democracia es en esencia participación para que el pueblo, en este caso, la comunidad universitaria sea quien gobierne.

En las intervenciones que hacen los actuales candidatos a rector no se observan muchas diferencias, todos dicen ser: “Defensores de la educación pública”, pero no se manifiestan en concreto contra las políticas que rigen el sistema de educación superior en la actualidad, ni se escucha el respaldo al proyecto de ley construido en consenso por los estudiantes organizados en la MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil) a lo largo y ancho del país.

Tampoco se hace mención alguna a lo inconveniente que resulta el Plan Nacional de Desarrollo propuesto por el gobierno de Juan Manuel Santos y aprobado por el Congreso de la República en lo atinente a la Educación Pública, mucho menos a los TLC’s suscritos por Colombia que mercantilizan la educación convirtiéndola en un servicio más, cambiando de este modo su concepción de derecho.

La Universidad se quedó corta en la organización de un debate entre quienes aspiran a ocupar el cargo de Rector en la Uniatlántico, debe pensarse en cómo llevar la sana discusión a los más de 20 mil estudiantes del campus, para que la mayoría participe de tan importante consulta, debemos aclarar que la actual ley de educación superior no permite la elección directa de rector, lo que plantea es una consulta a profesores y estudiantes para postular un candidato a rector, quien elige de verdad es el Consejo Superior, nada más antidemocrático, las mayorías sometidas a las minorías… Y, ¿qué han dicho los candidatos sobre esto? O sobre el mal llamado programa “ser pilo paga”, qué opinan sobre los créditos del icetex, que endeudan a los estudiantes y a sus familias, en vez de ser beneficiarios de becas. Absolutamente nada, es un silencio que raya en la complicidad.

Los estudiantes queremos un Rector que rechace la política denominada “Acuerdo por lo Superior 2034”, que cambie el “Plan Estratégico 2010 – 2019” que impuso la no gratamente recordada Ana Sofía Mesa de Cuervo, los estudiantes trabajamos y soñamos con una universidad que tenga un verdadero Bienestar, profesores de tiempo completo, apoyo institucional a la investigación, recreación, cultura y deporte.

En definitiva queremos un Rector que tenga la claridad suficiente como para exigirle al gobierno Nacional la financiación adecuada al Sistema de Educación Superior y con capacidad para plantear debates serios, coherentes y profundos cuando desde instancias gubernamentales se sugiera la disminución del presupuesto en asuntos educativos, un Rector digno, sin miedo y con el carácter requerido, para enfrentar todas las recetas neoliberales y construir una mejor universidad.

El ánimo de lucro es un elemento dañino que no estamos dispuestos a soportar en el ámbito educativo, el problema no es solo teórico sino práctico, llevamos décadas transitando por el camino que nos conduce al desastre, es hora de cambiar y la ley 30 de 1992 debe ser cambiada por una ley que en verdad piense en el bienestar de los Colombianos, incluyéndonos por supuesto a nosotros los del Norte del país.

Si ningún candidato adquiere el compromiso de defender cada uno de estos puntos mencionados, lamentablemente debemos convocar tanto a las representaciones estudiantiles, como a la comunidad universitaria en pleno a rechazar sus candidaturas, votando en blanco o con la abstención consciente. Porque no nos debe importar solo la forma sino el fondo de los problemas de la universidad, no basta parecer democrático y buen administrador hay que serlo con hechos demostrables, no nos conformamos con el refrán de mejor malo conocido que bueno por conocer, no habrá descanso hasta que los mejores sean lo que conduzcan el destino de la Uniatlántico.

La OCE está dispuesta a apoyar a un candidato que sea capaz de levantar las banderas del movimiento estudiantil y defenderlas con valor.

Democracia no es solo votar en las elecciones, democracia es en esencia participación para que el pueblo, en este caso, la comunidad universitaria sea quien gobierne.

En las intervenciones que hacen los actuales candidatos a rector no se observan muchas diferencias, todos dicen ser: “Defensores de la educación pública”, pero no se manifiestan en concreto contra las políticas que rigen el sistema de educación superior en la actualidad, ni se escucha el respaldo al proyecto de ley construido en consenso por los estudiantes organizados en la MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil) a lo largo y ancho del país.

Tampoco se hace mención alguna a lo inconveniente que resulta el Plan Nacional de Desarrollo propuesto por el gobierno de Juan Manuel Santos y aprobado por el Congreso de la República en lo atinente a la Educación Pública, mucho menos a los TLC’s suscritos por Colombia que mercantilizan la educación convirtiéndola en un servicio más, cambiando de este modo su concepción de derecho.

La Universidad se quedó corta en la organización de un debate entre quienes aspiran a ocupar el cargo de Rector en la Uniatlántico, debe pensarse en cómo llevar la sana discusión a los más de 20 mil estudiantes del campus, para que la mayoría participe de tan importante consulta, debemos aclarar que la actual ley de educación superior no permite la elección directa de rector, lo que plantea es una consulta a profesores y estudiantes para postular un candidato a rector, quien elige de verdad es el Consejo Superior, nada más antidemocrático, las mayorías sometidas a las minorías… Y, ¿qué han dicho los candidatos sobre esto? O sobre el mal llamado programa “ser pilo paga”, qué opinan sobre los créditos del icetex, que endeudan a los estudiantes y a sus familias, en vez de ser beneficiarios de becas. Absolutamente nada, es un silencio que raya en la complicidad.

Los estudiantes queremos un Rector que rechace la política denominada “Acuerdo por lo Superior 2034”, que cambie el “Plan Estratégico 2010 – 2019” que impuso la no gratamente recordada Ana Sofía Mesa de Cuervo, los estudiantes trabajamos y soñamos con una universidad que tenga un verdadero Bienestar, profesores de tiempo completo, apoyo institucional a la investigación, recreación, cultura y deporte.

En definitiva queremos un Rector que tenga la claridad suficiente como para exigirle al gobierno Nacional la financiación adecuada al Sistema de Educación Superior y con capacidad para plantear debates serios, coherentes y profundos cuando desde instancias gubernamentales se sugiera la disminución del presupuesto en asuntos educativos, un Rector digno, sin miedo y con el carácter requerido, para enfrentar todas las recetas neoliberales y construir una mejor universidad.

El ánimo de lucro es un elemento dañino que no estamos dispuestos a soportar en el ámbito educativo, el problema no es solo teórico sino práctico, llevamos décadas transitando por el camino que nos conduce al desastre, es hora de cambiar y la ley 30 de 1992 debe ser cambiada por una ley que en verdad piense en el bienestar de los Colombianos, incluyéndonos por supuesto a nosotros los del Norte del país.

Si ningún candidato adquiere el compromiso de defender cada uno de estos puntos mencionados, lamentablemente debemos convocar tanto a las representaciones estudiantiles, como a la comunidad universitaria en pleno a rechazar sus candidaturas, votando en blanco o con la abstención consciente. Porque no nos debe importar solo la forma sino el fondo de los problemas de la universidad, no basta parecer democrático y buen administrador hay que serlo con hechos demostrables, no nos conformamos con el refrán de mejor malo conocido que bueno por conocer, no habrá descanso hasta que los mejores sean lo que conduzcan el destino de la Uniatlántico.

La OCE está dispuesta a apoyar a un candidato que sea capaz de levantar las banderas del movimiento estudiantil y defenderlas con valor.Democracia no es solo votar en las elecciones, democracia es en esencia participación para que el pueblo, en este caso, la comunidad universitaria sea quien gobierne.

En las intervenciones que hacen los actuales candidatos a rector no se observan muchas diferencias, todos dicen ser: “Defensores de la educación pública”, pero no se manifiestan en concreto contra las políticas que rigen el sistema de educación superior en la actualidad, ni se escucha el respaldo al proyecto de ley construido en consenso por los estudiantes organizados en la MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil) a lo largo y ancho del país.

Tampoco se hace mención alguna a lo inconveniente que resulta el Plan Nacional de Desarrollo propuesto por el gobierno de Juan Manuel Santos y aprobado por el Congreso de la República en lo atinente a la Educación Pública, mucho menos a los TLC’s suscritos por Colombia que mercantilizan la educación convirtiéndola en un servicio más, cambiando de este modo su concepción de derecho.

La Universidad se quedó corta en la organización de un debate entre quienes aspiran a ocupar el cargo de Rector en la Uniatlántico, debe pensarse en cómo llevar la sana discusión a los más de 20 mil estudiantes del campus, para que la mayoría participe de tan importante consulta, debemos aclarar que la actual ley de educación superior no permite la elección directa de rector, lo que plantea es una consulta a profesores y estudiantes para postular un candidato a rector, quien elige de verdad es el Consejo Superior, nada más antidemocrático, las mayorías sometidas a las minorías… Y, ¿qué han dicho los candidatos sobre esto? O sobre el mal llamado programa “ser pilo paga”, qué opinan sobre los créditos del icetex, que endeudan a los estudiantes y a sus familias, en vez de ser beneficiarios de becas. Absolutamente nada, es un silencio que raya en la complicidad.

Los estudiantes queremos un Rector que rechace la política denominada “Acuerdo por lo Superior 2034”, que cambie el “Plan Estratégico 2010 – 2019” que impuso la no gratamente recordada Ana Sofía Mesa de Cuervo, los estudiantes trabajamos y soñamos con una universidad que tenga un verdadero Bienestar, profesores de tiempo completo, apoyo institucional a la investigación, recreación, cultura y deporte.

En definitiva queremos un Rector que tenga la claridad suficiente como para exigirle al gobierno Nacional la financiación adecuada al Sistema de Educación Superior y con capacidad para plantear debates serios, coherentes y profundos cuando desde instancias gubernamentales se sugiera la disminución del presupuesto en asuntos educativos, un Rector digno, sin miedo y con el carácter requerido, para enfrentar todas las recetas neoliberales y construir una mejor universidad.

El ánimo de lucro es un elemento dañino que no estamos dispuestos a soportar en el ámbito educativo, el problema no es solo teórico sino práctico, llevamos décadas transitando por el camino que nos conduce al desastre, es hora de cambiar y la ley 30 de 1992 debe ser cambiada por una ley que en verdad piense en el bienestar de los Colombianos, incluyéndonos por supuesto a nosotros los del Norte del país.

Si ningún candidato adquiere el compromiso de defender cada uno de estos puntos mencionados, lamentablemente debemos convocar tanto a las representaciones estudiantiles, como a la comunidad universitaria en pleno a rechazar sus candidaturas, votando en blanco o con la abstención consciente. Porque no nos debe importar solo la forma sino el fondo de los problemas de la universidad, no basta parecer democrático y buen administrador hay que serlo con hechos demostrables, no nos conformamos con el refrán de mejor malo conocido que bueno por conocer, no habrá descanso hasta que los mejores sean lo que conduzcan el destino de la Uniatlántico.

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